CONSEJOS PARA UN BUEN EMBARAZO

Es muy cierto que dicen que el embarazo es la mejor etapa de la mujer, cuando se es primeriza, surgen olas de dudas, pero el tiempo apremia con la dicha de ser mamá.

Amigos lectores les platicaré sobre mi experiencia personal, en mi primer y único embarazo, por el momento.

 Mi hija, de nombre Ariadne, ya con tres años de edad, es la mayor alegría que la vida me ha dado.

 La felicidad me invadió desde el momento en que supe que mi cuerpo alojaba una vida más aparte de la mía, el momento en que me enteré que sería madre, compartir la noticia con mi pareja y seres queridos, la emoción que se siente es única, con las primeras “pataditas” sabes que tu bebe va creciendo y que dentro de pocos meses lo tendrás en tus brazos.

 En lo personal, tenía tantas dudas, que para no estar preguntando a cada rato, recurrí a un medio muy popular, el internet, páginas y foros dedicadas al embarazo fueron mi fuente de consulta, incluso para elegir el nombre de mi nena. Fueron 9 meses de mi vida maravillosos, pero han sido aún más, desde el momento en que la vi y la tuve en mis brazos por primera vez.
 La visión que tienes de la vida cambia radicalmente en el momento en que te conviertes en madre o padre, cosas que antes tenían cierta importancia para ti, ahora pasan a ser secundarias. 

Cada quien tiene su propia percepción del embarazo y de la experiencia de ser padres. A continuación se presentan algunos consejos sobre el embarazo.

 Comer y beber sano durante el embarazo:
La dieta ha de ser variada y equilibrada. Lo importante es tomar alimentos ricos en nutrientes y vitaminas como ácido fólico, hierro, calcio y yodo, pero no en grasas. La dieta ha de ser variada a base de verduras, frutas, cereales, lácteos y legumbres, sin olvidar el aporte diario de proteínas de carne y pescado.
 Una dieta sana incluye mantener una hidratación correcta. Beber la suficiente agua y leche que nos aporte calcio es fundamental. También podemos tomar zumos, mejor naturales y no azucarados. Por supuesto, olvidémonos de las bebidas alcohólicas y del café.

Tomar los suplementos vitamínicos recomendados:
Para complementar una dieta sana el médico nos recomendará determinados complementos vitamínicos que incluyan ácido fólico, junto a otros suplementos vitamínicos y de minerales también beneficiosos para el embarazo, como hierro, yodo, calcio… De este modo ayudamos al feto a desarrollarse adecuadamente evitando carencias que podrían causar complicaciones tanto para el bebé (bajo peso, espina bífida…) como a la madre (anemia, preeclampsia...).

 Realizar ejercicio durante el embarazo:
Para nuestro bienestar y una ganancia de peso ideal es fundamental realizar ejercicio físico adecuado a nuestro estado. Ya sea natación, yoga, caminar, el método pilates...
 Mediante la realización de un ejercicio moderado y constante conseguiremos que mejore nuestra condición cardiovascular y muscular y favoreceremos la corrección postural. Todo ello proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.

 Acudir a las visitas médicas:
Visitar periódicamente al ginecólogo para hacernos las pruebas correspondientes y obtener una asistencia prenatal adecuada. Así haremos un seguimiento tanto de la salud del bebé como de la nuestra, teniendo la posibilidad de consultar al especialista todas nuestras dudas y temores, así como hablarle de nuestro plan de parto. Las pruebas prenatales nos aportarán tranquilidad, nos ayudarán a “acercarnos” al bebé y con las ecografías tendremos sus primeras imágenes para el recuerdo.

 Usar una ropa adecuada:
Debemos llevar ropa cómoda (incluidos los zapatos), adecuada al aumento de peso y volumen que experimentamos. Ello ayudará a que la sangre circule mejor, a que nuestros movimientos sean correctos y no forzados y a que la piel se mantenga sana. No se trata de ir vestidas como sacos de patatas, ya que afortunadamente estar embarazada ya no está reñido con ir a la moda, y muchas tiendas venden bonitas prendas premamá. Los tacones pueden esperar, pero sentirnos a gusto y guapas con un “envoltorio” bonito favorece un bienestar psíquico importante en estos momentos.

 Mimar nuestra mente durante el embarazo:
Si dedicamos tiempo a cuidar nuestro cuerpo, también hemos de guardar tiempo para nuestra relajación y el cuidado de nuestra mente. No sólo el cuerpo está más vulnerable durante el embarazo. Buscar nuestra tranquilidad y hacer ejercicios de relajación en casa nos ayudarán a sentirnos mejor. No hemos de aparcar las actividades que nos gustan como ir al cine, leer, salir al campo, manualidades…

 Cuidar nuestra piel:
Durante el embarazo es fundamental aplicarnos cremas solares protectoras para evitar las manchas en la piel y las quemaduras. Debido a la acción de las hormonas, la piel de la embarazada sufre alteraciones como la hiperpigmentación. También son importantes las cremas anti estrías, que previenen la aparición de esas cicatrices con el estiramiento de nuestra piel, con especial atención durante los meses finales, cuando la piel se estira a ritmo muy rápido.
 Hidratar todo el cuerpo tras el baño o la ducha nos regala un momento de relajación. Los masajes suaves tras el ejercicio nos ayudan a sentirnos mejor. Por supuesto, la hidratación externa hay que complementarla con la interna, bebiendo abundantes líquidos como ya hemos comentado en el punto referido a la nutrición. Todo combinado hará que aumente nuestro bienestar al sentirnos más cuidadas y guapas.

 Un buen descanso durante el embarazo:
Dormir y descansar lo que nos pida el cuerpo es muy importante. El cansancio y el sueño pueden acompañarnos desde el primer momento como uno de los primeros síntomas de embarazo, y con suerte irán desapareciendo. Pero es más que probable que volvamos a sentirnos muy cansadas y somnolientas en la fase final del embarazo. Es lo que el cuerpo necesita, y debemos escucharlo, descansando en la medida de lo posible, sin olvidarnos de que el ejercicio moderado hará que descansemos y durmamos mejor.

 Las clases de preparación al parto:
Asistir a las clases de preparación al parto puede resultar muy beneficioso tanto para nuestra salud física como mental. Relacionarse con otras embarazadas y compartir experiencias abre nuestra mente al descubrir que no somos las únicas que tenemos dudas o temores.
También nos sirven para adquirir conocimientos y consciencia sobre los cambios en nuestro cuerpo, conocer conceptos sobre las fases del parto, la higiene del bebé o la lactancia nos ayudarán a sentirnos más preparadas para los cambios que se avecinan. A través del conocimiento se genera una autoconfianza importante gracias a la seguridad, y el ser padre empieza a vivirse ya. En la medida de lo posible, es bueno compartir estas clases acompañadas por la pareja.

 Comunicarnos con el bebé:
Hablarle al bebé, comunicarnos con él, ponerle música, hará que lo sintamos más cerca, preparándonos para el momento en el que realmente llegue a nuestros brazos. Conocer cómo va siendo su evolución mes a mes, cómo va creciendo en nuestro vientre, escribirle alguna carta, llevar un diario de nuestro embarazo, responder a sus pataditas…
Todas estas sencillas actividades lograrán que la vida que se gesta en nuestro seno nos llene más de vida a nosotras. Las posibles molestias de nuestro embarazo se olvidan en estos momentos de comunicación.

 No lo olvides, para tener un embarazo sano hace falta un embarazo feliz. Hemos de cuidar mente y cuerpo en esta etapa tan delicada de nuestra vida, cargada de emociones y sensaciones a veces contradictorias. Espero que estos consejos para lograr un embarazo sano y feliz os animen a afrontar esta etapa de vuestras vidas con un talante optimista y lleno de vitalidad.

dición: Patricia Mérida. 

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