¿AMOR VERDADERO O ENAMORAMIENTO CAPRICHOSO?
“¿Cómo puedo saber si estoy realmente enamorado?” le preguntó un
lector al columnista de un periódico. La respuesta fue: “Si tienes que
preguntarlo es porque no lo estás”. La insuficiencia de esa respuesta es
tremenda; hay muchos que todavía siguen pensando que cuando el amor golpea se
darán cuenta instantáneamente. En verdad eso no es tan fácil.
Los estudios sobre el tema muestran que la mayoría de la gente
considera sus relaciones pasadas como meros enamoramientos y las actuales como
si se tratara de amor verdadero. Una encuesta reveló que en promedio la gente
siente enamoramientos pasajeros seis o siete veces y sólo una o dos veces amor
real. Posiblemente ya lo hayas experimentado en los romances que has vivido.
Pero la gran pregunta es: ¿Cómo puedes saber si es amor verdadero o sólo un
enamoramiento pasajero o pasión?
El amor y el enamoramiento
caprichoso tienen síntomas similares
El amor y este tipo de enamoramiento tienen algo en común: fuertes
sentimientos de afecto por alguien, lo que complica el intento de establecer
las diferencias, ya que muchos de los síntomas se parecen entre sí. El
enamoramiento más apasionado y ciego puede tener algunas de las características
del verdadero amor y viceversa. Las diferencias entre el amor y el
enamoramiento caprichoso son más bien de grado.
En consecuencia, se deben examinar todas las evidencias con mucho cuidado.
El amor y el enamoramiento comparten tres síntomas: pasión, deseo
de cercanía, y emociones fuertes.
Pasión. La
pasión puede surgir sin verdadero amor. En el caso del hombre, particularmente,
le es posible sentir pasión o fuertes sentimientos sexuales por una mujer que
nunca conoció. Los besos y las caricias audaces aumentan la urgencia de las
sensaciones eróticas hasta que el sexo comanda la relación. La pasión por sí
sola no es un indicador de verdadero amor. La atracción sexual puede ser tan
urgente en estos casos como en el amor verdadero, y en ocasiones puede llegar a
ser dominante. El amor debe estar basado en algo más que una atracción sexual o
pasional.
Además, nadie puede mantener tal pasión impetuosa durante un
tiempo prolongado, aunque asegure lo contrario. Si todo lo que una pareja
comparte es pasión, probablemente esa relación concluirá en unos pocos meses.
Si una pareja decide casarse sobre la base de esa vorágine de motivación
sexual, pronto aprenderá que cuando la pasión muere ya no queda nada que los
mantenga juntos.
Deseo de cercanía. El deseo continuo de estar cerca del otro
puede ser tan abrumador en la pasión como en el amor verdadero. Las ganas de
estar juntos todo el tiempo provocan ansiedad ante la separación y puede
producir una sensación de vacío y soledad ante la ausencia del ser amado, pero esto
no es necesariamente un indicador de amor verdadero. El deseo de estar cerca
puede tener la misma intensidad en la pasión y en el amor verdadero.
Emociones fuertes. Los estudios han confirmado que al comienzo de un simple
enamoramiento se experimentan síntomas físicos distintivos. Así por ejemplo,
sentirse sobre nubes cuando todo va bien o sentirse enfermo cuando las cosas
andan mal; una corriente helada que corre por la espalda, falta de
concentración, malestar estomacal o inapetencia. Pero tales emociones se
manifiestan tanto en el enamoramiento caprichoso como en el amor real, si bien
son más indicativas del primero El verdadero amor incluye algo más que una
mezcla de sentimientos frívolos y se extiende más allá del agotamiento de las
emociones fuertes.
Si sientes soledad, aburrimiento, o estás en el proceso de olvidar
un romance roto, tendrás mayor disposición a interpretar como amor real otro
romance que surja, aun cuando sólo se trate de un poco más que enamoramiento.
Si te sientes inseguro/a o tienes una baja autoestima, debes ejercer mucha
cautela. Las personas maduras y las de autoestima normal también pueden ser
atrapadas por la pasión, aunque son más capaces de reconocerla.
No creas que la pasión es algo totalmente negativo. Puede ser una
experiencia placentera siempre que la reconozcas por lo que es, un breve
interludio de fantasía romántica. Dándole suficiente tiempo pasará o
desembocará en una relación real que implica mucho más que un aluvión de
emociones. Recuerda asimismo que algunas relaciones que comienzan en pasión se
transforman en amor verdadero cuando son probadas a lo largo del tiempo.
El verdadero amor difiere del enamoramiento caprichoso porque
otorga tiempo y espacio para reconocer tanto las buenas cualidades como las
imperfecciones de una persona. El establecer un compromiso, y tener relaciones
sexuales, irse a vivir, o casarse con alguien sobre la base de esos
sentimientos prematuros es una necedad y sin duda producirá resultados
negativos.
Identifica lo que es real
En 1820, durante la fiebre del oro, los buscadores lo confundían a
veces con la pirita. La pirita, o el oro del tonto, como se da en llamar a este
mineral, es detectada en una cacerola sobre el fuego. Mientras se chamusca y
humea produce un olor muy desagradable. Por el contrario, el calor no daña el
oro verdadero ni tampoco produce mal olor. Desafortunadamente, no podrás poner
tu relación amorosa en una cacerola sobre el fuego para saber si produce mal
olor, pero puedes analizarla a través de estos nueve factores:
1. El amor se desarrolla con lentitud; el enamoramiento
caprichoso, con rapidez. La mayoría de la gente piensa que
enamorarse es una emoción repentina e intensa. Carlos dijo: “Me emocioné el
minuto en que la vi. Era como siempre me la imaginé. Siento como si la hubiese
conocido toda la vida”.
La evaluación de Carlos no es válida hasta después de un año de
noviazgo. ¿Por qué? Porque el amor crece y ese crecimiento requiere tiempo. Es
imposible conocer a la persona real en sólo unos pocos encuentros. Al comienzo
de una relación, todos mostramos la mejor conducta. Ocultamos o reprimimos los
rasgos desagradables. Lleva meses observar a una persona en diversas
situaciones como para conocerla bien. Muchos saben ocultar los rasgos negativos
de su personalidad incluso hasta después de casarse.
No te apresures a sacar conclusiones. Deja que tu relación crezca.
Inicia la amistad y no trates de apresurarte durante la etapa del conocimiento.
Los comienzos apacibles son parte de los noviazgos agradables. Tales amistades
pueden llevar al verdadero amor, que se asemeja a la pasión en intensidad pero
está arraigado en la realidad.
2. El amor se basa en la compatibilidad; el enamoramiento
caprichoso, en la química y la apariencia. Esteban siente “buena onda” cuando conoce
a una chica linda. Cree que eso es “química” instantánea. “Lo sientes o no lo
sientes. Yo lo sentí en el minuto en que la vi”. ¿De dónde sacó Esteban eso de
que química y amor son la misma cosa? ¡Del cine, quizás!
Confiar en la “química” para que te lleve al amor es torpe y
peligroso. La química está basada mayormente en la atracción física o sexual.
Tiene que existir esa chispa que te hace sentir más vital que nunca, pero basar
un matrimonio sólo en eso es absurdo.
Es posible sentir una fuerte atracción por alguien que acabas de
conocer y que te agrade en todo, pero hay un largo camino por recorrer antes de
amar a esa persona. El verdadero amor incluye química, pero se nutre de otros
factores tales como el carácter, la personalidad, las emociones, las ideas y
las actitudes. El que está enamorado se interesa en la manera en que la otra
persona piensa y responde en diversas situaciones, o en los valores que ambos
comparten. Deberás observar sus actitudes hacia temas tales como la religión,
la familia, el sexo, el dinero y las amistades así como los intereses mutuos,
su pasado y sus modales. Cuanto más tengan en común, mejores serán las
posibilidades del amor real.
3. El amor se centra en una persona; el enamoramiento caprichoso
puede incluir varias. Un apasionado puede pensar en “amar” a dos
o más personas a la vez. Esas personas con frecuencia difieren marcadamente en
personalidad. Ana reconoce estar enamorada de dos muchachos y no poder
decidirse por uno de los dos. Esteban es maduro, estable y responsable;
mientras que Sergio es irresponsable, amante de las diversiones y gastador. En
verdad Ana no está enamorada de ninguno. Algo la impulsa hacia el gastador
divertido, mientras que sus instintos maduros le dicen que las cualidades de
Esteban son más importantes. Al fin combina las cualidades de ambos y piensa
que está enamorada de los dos. El verdadero amor se concentra en una persona
cuyo carácter y personalidad exhiben cualidades esenciales, pero nunca combina
varios individuos para formar uno ideal.
4. El amor produce seguridad; el enamoramiento caprichoso,
inseguridad. El amor se basa en el principio de la
confianza mutua mientras que el enamoramiento provoca inseguridad y puede
intentar controlar al otro mediante los celos. Esto no significa que cuando uno
está realmente enamorado nunca sentirá celos, pero serán menos frecuentes y
severos. El verdadero amor confía. Hay quienes se sienten halagados pensando
que los celos son evidencia de un amor verdadero, pero estos trasuntan
emociones de inseguridad enfermiza, baja autoestima y ansias de posesión. El
amor real no actúa de esa manera.
5. El amor reconoce la realidad; el enamoramiento caprichoso la
ignora. El verdadero amor ve los problemas en perspectiva, sin minimizar
su seriedad, mientras que el enamoramiento pasa por alto las diferencias
sociales, étnicas, educativas o religiosas. Algunas veces hasta se enreda con
alguien ya casado y asume que tales aspectos no son importantes. Por el
contrario, una pareja relacionada por amor verdadero enfrenta sus problemas con
franqueza y cuando un problema amenaza su relación lo discuten abiertamente y
lo resuelven con inteligencia. Negocian las soluciones por anticipado.
6. El amor motiva una conducta positiva; el enamoramiento
caprichoso tiene un efecto destructivo. El amor es constructivo y estimula lo
mejor de ti, te provee de nueva energía, ambición e interés en la vida.
Estimula la creatividad y motiva al desarrollo personal, la superación y todo
lo que sea positivo. Esto naturalmente engendra sentimientos de autoestima, confianza
y seguridad en uno mismo y nos motiva a triunfar. Estudias con interés,
planificas con más eficacia y ahorras con más diligencia. A tu vida se le
agrega propósito y sentido. Aunque sueñes despierto, te mantienes dentro de los
límites de la realidad y funcionas a tu mayor nivel.
El enamoramiento caprichoso tiene un efecto destructivo y
desorganizador. Te hace menos competente, menos eficiente y entorpece el
desarrollo de tu verdadero potencial. Te arrastra a sueños imaginarios que te
harán olvidar las realidades de la vida, el trabajo, el estudio, las finanzas y
otras responsabilidades.
7. El amor reconoce defectos; el enamoramiento caprichoso prefiere
no verlos. El amor reconoce las buenas cualidades del otro y hasta cierto
punto las idealiza, pero no considera que la otra persona sea perfecta. Admite
los errores, aunque prevalece el respeto y la admiración por las buenas
cualidades de la otra persona. La pasión te enceguece para no ver lo que está
errado e idealiza a tal punto, que rehúsa admitir las faltas y defiende al
amado contra todas las críticas. Admira en exceso una o dos cualidades, al
punto que minimiza los defectos. El amor real habilita para amar a pesar de los
defectos y no cierra los ojos ante la realidad.
8. El amor controla el contacto físico; el enamoramiento
caprichoso lo explota. El verdadero amor ayuda a la pareja a
controlarse en la intimidad romántica, ya que ambos se respetan tanto que
voluntariamente ponen límite a esos impulsos. La pasión, en cambio, demanda
intimidad con mucha más anticipación. En contraste con la pareja apasionada,
una pareja que experimenta amor real ve en la intimidad sólo una parte de la
relación. Esto se debe a que los apasionados dependen en gran medida de la
atracción física, y la excitación lleva al besuqueo y las caricias avanzadas.
Los que lo experimentan por primera vez sienten que es algo especial y asumen
que están amando. Ignoran que sus valores, objetivos y creencias podrían no
coincidir. Si se casan solamente sobre la base de la atracción física, descubrirán
luego que el interés sexual declina y los desacuerdos aumentan.
Aunque el verdadero amor incluye la atracción física, éste brota
asimismo de otros factores y el contacto físico tiene un significado más
profundo que el puro placer. Para el apasionado, frecuentemente se vuelve un
fin en sí mismo. El placer domina a la experiencia.
9. El amor recibe la aprobación de la familia y los amigos; el
enamoramiento caprichoso recibe reprobación. Si los parientes o los amigos no aprueban
la relación, ¡cuidado! Si están convencidos de que es una mala elección,
probablemente tengan razón. Los matrimonios que no cuentan con la bendición de
los padres tienen una alta probabilidad de fracasar. Un investigador comparó
las quejas de los casados felices con las de los divorciados, y descubrió que
estos últimos eran casi cuatro veces más proclives a quejarse de que sus
cónyuges no tenían nada en común con sus amigos. También se halló que las
parejas casadas y felices tendían mucho menos a estar en dificultades con sus suegros.
Si los padres y los amigos tienen objeciones, ¡cuidado! Si dan su aprobación,
anímate.
Tiempo al tiempo
Si has analizado tu relación, pero todavía no puedes decidir si es
verdadero amor, date tiempo. El enamoramiento caprichoso quiere acelerar la relación.
Las emociones no dan lugar al sentido común y tratan de empujarte a asumir
compromisos que más tarde lamentarás. El amor real puede sobrevivir el examen
del tiempo, unos dos años de noviazgo, para asegurarte de que estás bien
preparado/a para el casamiento. El tiempo brinda experiencia y objetividad.
Cada año miles de parejas se presentan ante al altar con los ojos
radiantes y se prometen amor y fidelidad eternas, sin imaginarse que están
cometiendo el error más grande de su vida. ¿Qué pasó con sus diálogos
apasionados, promesas tiernas, miradas prolongadas, besos enardecidos y
susurros amorosos?
Muchos fracasan al no comprender que uno no se enamora por
accidente. Eres tú quien decides amar, esto es, pensar, dedicar tiempo y
experimentar sentimientos firmes por alguien. Enamorarse es la parte fácil y
divertida del amor. La parte que sigue es más difícil, ya que implica asumir el
serio compromiso de amar incondicionalmente a una persona imperfecta. El amor
genuino dice “Te amaré aun cuando no satisfagas todas mis necesidades, me
rechaces o me ignores, te conduzcas insensatamente, tomes decisiones que yo no
tomaría, o estés en desacuerdo conmigo y me trates injustamente. Te amaré tal
como eres y para siempre”.
Este tipo de amor responde al don creativo de
Dios hacia nosotros y puede ser plenamente disfrutado sólo dentro de la
protección y seguridad del matrimonio. Somos capaces de amar solamente porque
Dios nos amó primero. Amístate con él; entonces serás menos proclive a sufrir
decepciones amorosas y tendrás la oportunidad de encontrarte con un amor
mutuamente satisfactorio mientras vivas en la tierra.
Fuente:
http://dialogue.adventist.org
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